domingo, 5 de julio de 2009

Fiebre de campeón

Huracán y Vélez definen hoy el torneo más caliente del siglo. El Amalfitani, pese a la gripe A, estará a full. ¿Cuál de los dos capitanes levantará la copa?



Huracán


Paolo Goltz es el jugador del pueblo quemero, el capitán, el futbolista de este plantel que más veces vistió la camiseta del Globo y quien hoy quedará a un encuentro de los 150, justo en el partido más importante de su vida: después de 36 años, Huracán puede salir campeón con sólo empatar. Es el mismo que en un partido de Séptima, antes de empezar el nuevo siglo, metió un gol de cabeza a San Lorenzo -su especialidad-, puso el 2-2 y cambió de opinión: tenía decidido volverse a Hasenkamp, su pueblo en Entre Ríos en el que hoy todos harán fuerza por el Globo, porque sentía que el fútbol no era lo suyo.

"Esta final la estoy disfrutando, yo pasé muchas malas en este club. Obvio no me conformo pero estoy feliz por lo que estamos por jugar". Paolo debutó en Primera a fines del 2002 cuando ya se olía el tercer descenso que se consumó seis meses después. Se bancó los cuatro años en la BN y, cuando era un zaguero mudo, el Turco Mohamed hizo líder: le dio un rol principal en la defensa y fue clave en el ascenso en junio de 2007. "El famoso partido en San Juan me marcó para seguir creciendo. Y una semana más tarde estaba viviendo uno de los momentos más especiales de mi vida", recuerda nostalgioso.

A los 24 años, le llegó el momento de ponerse la cinta. Tras la ida de Cellay y la caída de la imagen de Barrientos, Paolo empezó a ser el referente justo en el año del Centenario. "Fue un orgullo estar en los festejos de los 100 años. El equipo no estaba como ahora pero fue un momento único", dice, conociendo el sentimiento de la gente. "En Huracán me bancaron siempre y fijate que en el partido con Banfield tuve un error importante y aun así corearon mi nombre al instante". La historia no queda en el olvido, pero Goltz prefiere hablar de la final de esta tarde y cuenta: "Todo arrancó el 3-0 de la última fecha del Apertura. Ese día fue la primera vez que jugamos como quería Angel. Además, volvimos a jugar en el Ducó después de 14 meses. Ojalá que ahora también consigamos un resultado positivo", desea.

Sabe que el Huracán de Cappa ya dejó su marca, por el espectáculo y por ser el equipo del pueblo, no sólo el de Parque Patricios, pero no le alcanza: "Ahora queremos salir campeones, no hay otra".

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